miércoles, 7 de abril de 2010

Desgarrador lastre

Afirmar que la cicatriz que esculpe la elevada cifra de desempleados en el conjunto de la población en Catalunya y del resto de España es lacerante, en momentos como los actuales, no pasa de ser una perogrullada. Qué seno familiar no alberga al menos un drama provocado por la desfavorable coyuntura económica y la manifiesta inoperancia de nuestros dirigentes políticos para atajar sus secuelas. Qué manzana de núcleo urbano no alberga cartones bajo los que se guarecen seres humanos desasistidos de cualquier auxilio social. Demasiados de los parados más necesitados de ayuda institucional ni siquiera fueron receptores de unos centenares de euros que ocasionalmente nuestro Gobierno a la sazón, antes de unos comicios electorales, decidió repartir interesadamente. Demasiados de los desocupados más necesitados ni siquiera existen como “parados oficiales” merced al arbitrario criterio fijado por nuestros gobernantes que en ocasiones alcanzan a redondear la bochornosa exhibición de excluir de la abultada lista de desempleados que trasladan a la opinión pública, a modo de mero lastre, hasta el extremo de no contabilizar como tales aquellos que se agarran a la tabla de salvación que supone un simple cursillo de formación… huelga decir que susodicho criterio no es utilizado para suprimir de la nómina de afiliados a la Seguridad Social a todo aquel trabajador en activo que acertadamente haya decidido ocupar parte de su jornada libre o laboral en un curso de formación continua.