sábado, 8 de diciembre de 2012

¡Donde la "democracia" se sufre en silencio!

Por lo que se ve, la democracia al estilo nacionalista en Cataluña consiste en que los representantes gubernamentales tengan la potestad de decidir el incumplimiento de ciertas leyes, o apartados de estas, que no les son de su agrado. Además, paralelamente, parece que esta peculiar democracia se fundamenta en impedir al resto de ciudadanos tomar ejemplo y hacer otro tanto de lo mismo. Salvo que la ley que desagrade a cualquier componente del pueblo llano coincida plenamente, en lo tocante a la doctrina política, con los gustos de los mandatarios nacionalistas. Sin embargo, la anterior excepción carecerá de valor alguno en el preciso momento en el que cualquier avezado ciudadano trate de emular el ardor transgresor de algún gobernante nacionalista descarriado hasta el extremo de confundir el erario público con su bolsillo. A lo que parece, la inconfundible democracia a la manera nacionalista en Cataluña, en otro orden de cosas, se caracteriza por el original método de precisar límites. Es decir, socorridos por su espíritu parece que los representantes gubernamentales puedan simplificar substancialmente la realidad histórica, geográfica, lingüística, etc. de todo buen nacionalista. De tal manera que, para cualquier nacionalista de pro, el periodo histórico que realmente importará será solo uno, el contorno de Cataluña no será otro que aquel que coincida con el de su mayor amplitud territorial, uno será el código lingüístico propio, aunque haya más catalanes que se comuniquen valiéndose de otro... Asimismo, bajo el paraguas protector de semejante democracia los mandatarios nacionalistas permitirán que los ciudadanos tengan derecho a decidir su futuro mediante un referéndum sobre aquello que les afecta de manera perentoria. Salvo que aquello sobre lo que pretendan realizar una consulta popular vaya en otra dirección distinta a la de otorgar más cuota de poder a la clase dirigente nacionalista. Por descontado que es justo reconocer que esta especial “democracia” es mérito exclusivo del virtuoso oficio de esta casta de gobernantes nacionalistas en Cataluña. Aquellos que no tengan la suerte de vivir en este estupendo rincón del planeta, no echen en olvido tal “democracia”. Entre otras cosas porque lo único que aún funciona satisfactoriamente por estos lares es la exportación. Y, a decir verdad, no existe actualmente otro sistema político en el mundo que mantenga más dócil al pueblo mientras se lo despoja de todo.

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