martes, 14 de septiembre de 2021

Endesa, la "abusananos"

Cómo será de grave el asunto para poder afirmar, sin riesgo alguno a equivocarme, que el peor problema que tienen muchos clientes de compañías eléctricas no es el imparable precio de la luz. Para salir de dudas basta con confundirse entre la legión de personas que reclama por facturas abusivas todos los días en oficinas como la que tiene Endesa en Gran Vía de les Corts Catalanes de Barcelona. Esta compañía, no contenta con el brutal encarecimiento de la luz, sigue con toda la impunidad del mundo inflando aún más las facturas con lecturas estimadas que multiplican por diez el consumo real e histórico y además, sin sonrojo alguno, cobra por un contador de telegestión (dejo varias fotos bastante explícitas sobre todo lo que he afirmado y afirmaré más adelante). Endesa puede "equivocarse" hasta en 15 ocasiones en la cuantía de la factura y ninguna de ellas a favor del cliente: qué suerte. En las mencionadas fotos también puedes mirar con qué descaro e impunidad Endesa falsea las facturas: por sus santos ovarios las lecturas estimadas pasan a ser lecturas reales (dejo una foto con las lecturas de dos facturas consecutivas). Del mismo modo, con gran insolencia, esta empresa pasa todo el consumo de un tramo más económico (valle) a uno más caro (llano). Otra de las mentiras de Endesa: "todas las reclamaciones deben ser atendidas desde el mismo momento en el que se abren hasta un plazo máximo de 21 días laborales, 5 días laborables para facturas (incluyendo refacturaciones)" cuando en realidad pueden acumular hasta tres facturas seguidas pendientes de refacturación sin que haga puñetero caso. En ocasiones, después de mucho batallar, consiguen que Endesa devuelva el dinero que ha cobrado indebidamente, pero no que pida disculpas por semejante atropello. Los daños morales y económicos y la pérdida de tiempo en gestiones no cuentan para esta gente. En suma, juraría que esta nefasta entidad llega al extremo de crear serias dudas sobre si es una compañía de la luz o un banco en el que los clientes ingresan dinero forzados por facturas con lecturas estimadas deliberadamente infladas mes tras mes.

Todo lo anterior tiene relación con una empresa de uno de los actores relacionado con la energía eléctrica (la comercializadora de la luz), respecto al otro actor, la distribuidora, da lo mismo que seas catalán, aragonés, gallego, extremeño o andaluz, tú no vas a poder cambiar de distribuidora de la luz porque la competencia en este sector brilla por su ausencia: si no siguen vigentes las prácticas monopolistas en la Unión Europea en pleno siglo XXI que baje Dios y lo vea.

Y a mayor abundamiento de despropósitos relacionados con las poderosas compañías de la energía, desde hace tiempo se ha legislado para que el deporte, por los valores que fomenta en la sociedad, se vea libre de publicidad de empresas que se lucran con la adicción de sus clientes (alcohol, tabaco, casas de apuestas...); pero qué poco se ha legislado en España para evitar que aquellas empresas que extorsionan a sus clientes con facturas o comisiones abusivas, con tropecientas sentencias condenatorias a sus espaldas, se publiciten en el deporte o incluso patrocinen competiciones ligueras de primer orden.

Me da en la nariz que ante este luctuoso estado de cosas continúan habiendo responsables gubernamentales que sí duermen a pierna suelta; los ciudadanos del pueblo llano... no y las víctimas elegidas por compañías como Endesa, aún menos.