viernes, 30 de agosto de 2013

¡Hay que ver con el "hipernacionalismo" de TV3!

¡Hay que ver con el “hipernacionalismo” de TV3! Al paso que lleva y tan pronto se aproxime la hora “H” del día “D” para el independentismo en Cataluña (la Diada Nacional del 11 de septiembre) TV3 puede transformarse todavía más en un modelo televisivo irreconocible para cualquier espectador que viva ajeno al “normal” funcionamiento de este atípico medio de comunicación “público”. Asimismo, a poco más de 12 días para que los independentistas intenten formar una cadena humana que atraviese Cataluña de Norte a Sur, o viceversa, ya parece que esta operación para inquietar al gobierno del Estado sea el leitmotiv del conjunto de la programación del ente televisivo de marras y de todos sus canales satélites. Hoy por hoy, con una sociedad catalana fragmentada políticamente como nunca desde la Transición a esta parte, constituye toda una paradoja que en los noticiarios públicos se haya terminado por instaurar el “hipernacionalismo”.
A estas alturas, la plantilla del canal público de informativos ya es capaz de completar toda una tanda de noticias sobre política autonómica hablando tan solo del Govern más nacionalista que hubiese podido imaginar ciudadano alguno hace tan solo unos meses. Y todo ello sin mencionar explícitamente a ningún partido de la “oposición”; a menos que se entienda que forman parte de ella la ERC más radicalmente nacionalista del actual periodo democrático o el PSC más nacionalista de todos los tiempos que, por si fuera poco, incluso contiene en su seno una corriente crítica que opina que la dirección del partido no es todo lo nacionalista que debería para los tiempos que corren en Cataluña. En definitiva, conforme quede más próxima la Diada, a mi modo de ver, alguna autoridad competente en la materia debería, por lo menos, sopesar la conveniencia de advertir a los telespectadores, por medio de algún sistema de pictogramas, sobre las emisiones televisivas susceptibles de provocar… severos empachos de nacionalismo.

martes, 27 de agosto de 2013

La casta independentista se pasa de la raya

Te pones a ver y no son pocos los que dan por sentado, incluso algún prestigioso periódico de tirada estatal, que la cadena humana que se prepara para la próxima Diada Nacional es la mayor convocatoria por la independencia en Cataluña. Para mí que será a causa de que les ha llevado casi un año asumir lo que cualquier alma viviente con una vista en aceptable estado y dos dedos de frente ya pudo comprobar tras la gran manifestación del pasado 11 de septiembre: los congregados no llegaban a los 400000. Indudablemente que traigo a colación la cifra porque es el número de independentistas
que necesitarán para completar con éxito la empresa que se han propuesto llevar a cabo los organizadores de la misma. Está visto que, para salir de dudas sobre si lo conseguirán, no faltan muchos días; pero sería natural albergar poquísimas dudas al respecto, pues de sobras es conocido para qué ha sobrado durante décadas el dinero público por estas tierras, incluso en estos tiempos de penuria para tantísimo catalán. Bien mirado, por quien no participe del independentismo ni por asomo, lo positivo de todo este montaje propagandístico de la cadena humana por la independencia de Cataluña es que cada día dejan pruebas más innegables de cómo entienden la democracia unos representantes gubernamentales y medios de comunicación públicos o archisubvencionados que no tienen reparo alguno en posicionarse tan a favor de unos catalanes como tan en contra de otros. En resumidas cuentas, queda claro que esta gente que maneja a su antojo a la cofradía independentista cada día enseña más el plumero y se le ve a leguas la vía que sigue… y de qué manera.

domingo, 25 de agosto de 2013

Los independentistas pescan en río revuelto

En tiempos de verdaderas necesidades para un porcentaje muy significativo de la población de Cataluña, vemos a nuestros representantes gubernamentales afanados en objetivos que poco tienen que ver con la implementación de políticas que reviertan esta lamentable situación. Porque ahí tenemos al gremio de gobernantes en la palestra mediática, ¡tan neutrales como de costumbre!, azuzando a la gente a acudir solo a una de las dos manifestaciones que se han de celebrar en la próxima Diada del 11 de septiembre. Está visto que, para los representantes de todos los catalanes en la Generalitat, la concentración que debe celebrarse en la Sagrada Familia de Barcelona a favor de la unidad de España, promovida por el Movimiento Cívico 12-O, no es santo de su devoción.
Se conoce que los dirigentes del Govern y de infinidad de municipios abogan por una “cadena humana” que tiene como propósito fragmentar más el planeta con esa inventada línea divisoria que tanto sufrimiento ha causado a lo largo de la historia. Es más, esa anhelada frontera de la élite nacionalista ya está causando sufrimiento incluso antes de su incierta instauración, merced a los caudales públicos que impide dedicar a la sanidad, educación, bienestar social, etc. Por consiguiente, ante el colosal y estéril gasto institucional y las tropecientas subvenciones que permiten montar tanto alarde independentista, bien haría la Generalitat y restantes instituciones públicas de Cataluña en prescindir de ese recurso fraseológico “no llegar a fin de mes” del que tanto se sirven últimamente por el de “no llegar hasta la Diada”.

lunes, 19 de agosto de 2013

¡Artur Mas los saca de sus casillas!

Para mí que los de CiU tienen pánico a concurrir a los primeros comicios que se convoquen y por eso buscan una candidatura unitaria como desesperados para las próximas europeas o para unas autonómicas anticipadas si les resulta imposible frenar el acelerado deterioro institucional en el que han sumido a Cataluña entera (aún controlan municipios, consejos comarcales y diputaciones, además del Govern). Mientras tanto y paradójicamente, esta gente nacionalista de CiU sigue hablando en nombre de Cataluña, sin rubor alguno, y trasladando a la opinión pública, como de costumbre, que no es la responsable de que las arcas públicas no den más que para subvencionar al Grupo Godó y poco más. Asimismo, me da en la espina que ya empiezan a ser legión, incluso en el seno de la propia federación política, los que no albergan la menor duda de que el mayor responsable de la caída que se les avecina es su líder y presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, con su nacionalismo catalanista pasado de rosca. No obstante, es cierto que hay consejeros de su gobierno que lo superan en ardor patrio, pero no es menos cierto que él, y solo él, es el máximo responsable de haberlos tenido en el Govern o como portavoces de éste en estas dos últimas legislaturas, tan breves en duración como persistentes en la percepción del ciudadano de a pie.
Además, juraría que Artur Mas ha superado a todos los líderes nacionalistas que han estado al frente de la Generalitat en ese afán por la imposición tan característico de los nacionalistas que les arrastra a no permitir el acoplamiento natural de las diversas identidades concurrentes en Cataluña. Por consiguiente, cada día son más los ciudadanos que se quedan fuera de la Cataluña oficial, uniforme hasta el hartazgo, y con una sensación, jamás alcanzada en periodo “democrático”, de acoso a su identidad por no cuadrar con el modelo nacionalista. Muchos de ellos ya no permanecieron en casa, como solían en todos los comicios autonómicos convocados con anterioridad al 25 de noviembre de 2012, y dieron un serio aviso a Artur Mas. Sin embargo, los del Govern de Cataluña han proseguido con ese repertorio de políticas que tienen tanto de estériles como de menosprecio a esa parte tan importante de la sociedad catalana que antepone el sentido al sentimiento. En suma, para los de CiU, las urnas cada día serán más inevitables y solo les queda ya esconderse tras los votos de otras formaciones políticas en uno de esos consorcios patrios que nunca les interesó mientras controlaban Cataluña a placer.

viernes, 16 de agosto de 2013

¡Atando cabos!

De un tiempo a esta parte y en ámbitos muy acotados de Cataluña, casi todo parece girar en torno al “derecho a decidir” puesto que, no en vano, quienes controlan las subvenciones y la mayoría de organismos y medios de comunicación públicos son los más interesados en que el tema de marras esté en el candelero a todas las horas del día. Un derecho a decidir que no es otra cosa que una temeraria artimaña montada por la insaciable casta nacionalista con miras a independizar Cataluña del resto del Estado sin que los ciudadanos de la restante parte de España tengan voz ni voto. Y todo, incluso, a pesar de que a no pocos catalanes nos resulte sorprendente que esta gente nacionalista, tan caracterizada por ese estilo excluyente de practicar la política, pida para sí aquello que, en la eternidad que lleva al frente de las instituciones públicas, ha negado al pueblo raso del lugar. Es más, juraría que el derecho a decidir a la manera de los nacionalistas de Cataluña conduce inexorablemente a la anarquía más absoluta. Por eso, y porque también estos sujetos disfrutan imponiendo su asfixiante doctrina desde infinidad de organismos oficiales de Cataluña, jamás permitirían que usted o yo, catalanitos de a pie, nos arrogáramos cualquier otro derecho a la soberanía que no fuese el que tratan de imponer muchos nacionalistas… incluso de modo totalitario (DUI).

domingo, 11 de agosto de 2013

¡El plantón más silenciado en Cataluña!

Es sumamente conocido en Cataluña el gusto que han cogido los nacionalistas por magnificar las cifras de cualquier evento que tenga algo que ver, por poco que sea, con la desafección de la ciudadanía con el resto de España. Así que, de un tiempo a esta parte, hemos tenido que descubrir atónitos cómo los medios de comunicación públicos o subvencionados del lugar manejaban en varias ocasiones cifras millonarias para referirse a los pocos cientos de miles de personas (cuantificados con enormemente generosidad) que marchaban tras una pancarta nacionalista o independentista. De igual forma, en particular este domingo, uno de estos periódicos digitales hipersubvencionado por el Govern de la Generalitat, separatista hasta las cachas, ha informado (más que probablemente, poniendo ya su granito de arena en el sentido acostumbrado por estas latitudes) de que la cadena humana convocada en Osona (comarca del interior de la provincia barcelonesa) ha sido incapaz de ocupar con simpatizantes de la causa independentista la mayoría de la distancia prevista por la organización, porque solo ha logrado congregar (según la interpretación más optimista http://www.naciodigital.cat/noticia/57905/cadena/independencia/osona/lluny/seu/objectiu) a unos 1500 ciudadanos. Pero no se había dicho aún la última palabra al respecto ya que minutos más tarde ha llegado la televisión pública de Cataluña y ha comunicado a toda Cataluña, a bombo y platillo, que los congregados alcanzaban la friolera de 3500 participantes. Por supuesto, ha omitido, ¡como no podía ser de otro modo!, el estrepitoso fracaso de la iniciativa independentista. En suma que una vez más ha quedado demostrado que, incluso en la Cataluña profunda, la realidad y los independentistas transitan por sendas opuestas, aunque tratándose de los canales de televisión públicos de Cataluña ya discurren… por galaxias separadas por muchos “millones” de años luz.

viernes, 9 de agosto de 2013

¡Así nos va!

Tan pronto como me he enterado de la iniciativa que nuestros representantes políticos tratan de poner en marcha en Cataluña, me he llevado las manos a la cabeza. Se conoce que ahora les ha dado por montar una lotería con la finalidad de sustituir las telarañas de las arcas públicas autonómicas por algo de dinero contante y sonante. Es decir, que intentan vender a la opinión pública uno de esos “negocios del siglo” muy en la línea del resto de ocurrencias de Artur Mas y su cuadrilla de predecesores en la presidencia de la Generalitat de Cataluña. Y es que el juego que ha desarrollado esta gente nacionalista en Cataluña, durante más de tres décadas, está ya muy requetevisto y de antemano se sabe que ganarán los de siempre y que el pueblo llano se quedará con su palmo de narices de toda la vida. Pero si, además, se le añade que en el disparatado mundo de las loterías las cosas ya discurren por derroteros calcados a los mencionados en el punto anterior, la invención de la “Grossa de Cap d’Any” (así es como han bautizado a la “criatura”) ya pinta como para echarse a temblar. Para mí que, y esto ya sería el colmo, este proyecto de la lotería autonómica con el tiempo podría acabar costando dinero al contribuyente, como casi todo lo que se ha puesto en marcha desde la Generalitat de Cataluña. De suceder así, como apuntan casi todos los entendidos y como ha ocurrido con tantísimos otros proyectos estrella de estos iluminados políticos, juraría que antes de reconocer su enésimo error se emperrarán en mantener operativo el sorteo con dinero público con una de esas excusas nacionalista que tanto les encanta traer a colación: “la nostra Grossa de Cap d’Any” es una herramienta irrenunciable para normalizar la “llengua pàtria” en un ámbito como el de las apuestas en el que se halla en tan clara inferioridad con el castellano”. ¡Y así nos va!