lunes, 8 de julio de 2013

¡Pues estamos frescos!

Luctuosamente, el pasado sábado 6 de julio, al parecer, se produjo, en una localidad de Tarragona, la enésima agresión a un ser humano por no participar del pensamiento único de la Cataluña oficial: le pusieron la cara como un mapa. Porque hasta parece mentira que la inmensa mayoría de agresiones a dirigentes, militantes o simpatizantes de Ciutadans u otros partidos de corte no nacionalista quede impune en esta Cataluña gobernada por nacionalistas. No obstante, me da en la nariz que estos desalmados que usan la violencia como arma política y quienes los animan y amparan no van a borrar del mapa a un partido político que ha sido creado en Cataluña por una necesidad vital: respirar en libertad. Y a propósito de este tipo de ataques, intimidaciones y acorralamiento al que someten a ciudadanos no afines al independentismo y la posterior ineficacia de las distintas fuerzas del orden para castigarlo, a mí me revuelve el estómago pero al mismo tiempo me espolea a censurar aún con más ahínco la pedagogía del odio que practican sistemáticamente muchos ultras de tendencia nacionalista e independentista en Cataluña.

No hay comentarios: